Sobre el final de 2021, América latina parece encaminarse hacia 5G con los procesos encarados en Chile, República Dominicana y Brasil, aunque en distintos estadíos. Hace unos días, en un congreso regional Guillermo Solomon, Chief Digital Transformation Officer de Huawei, dijo que la región no debe dejar pasar más tiempo porque la quinta generación móvil hará la diferencia en materia de desarrollo y productividad, y los países desarrollados están avanzando sin pausa. Está convencido de que 5G es una oportunidad para América latina, porque obligará a trabajar en cuestiones básicas que arrancan desde la conectividad pero que van directamente hacia dos pilares fundamentales, la educación y la salud. El ejecutivo profundizó sobre el valor de esta tecnología y la contextualizó en el marco de la transformación digital que atraviesa a todo el mundo.

Abordó cada uno de los temas y no le escapó a ninguno de los planteados por TeleSemana, desde los cambios y las exigencias regulatorias en materia de conectividad y procesos de adjudicación de frecuencias hasta las posibilidades que se abren con las redes privadas empresariales, sin dejar de lado la posición de Huawei sobre Open RAN y la manera de generar nuevos negocios a partir de 5G.

¿Por qué 5G hace la diferencia?

Todo lo que son tecnologías de Inteligencia Artificial (IA), big data, robótica, Internet de las Cosas (IoT, por su sigla en inglés) y la nube existen desde hace décadas pero no podían llegar al máximo potencial porque no había ancho de banda suficiente. No se podía tener servicios inalámbricos de alta velocidad. Y, además, estaba el tema de la latencia. Es válida la analogía de 5G con el cuerpo humano: si acerco al fuego la mano y la retiro porque me quemo, eso demora 10 milisegundos. 5G trae hasta un milisegundo. Como ahora se tiene el ancho de banda y la latencia baja al mismo nivel que el de los seres humanos en cuanto a la motricidad, que responde a la misma velocidad, los controles nos responden en el mismo momento. Y eso permite tener aplicaciones que antes no se podían hacer y que catapultan a las industrias principales, especialmente al BtoB, no al BtoC.

¿Cuáles son esas industrias principales?

Todas las industrias, verticales u horizontales. 5G es lo que te permite que todas estas tecnologías puedan llegar a su máximo potencial pero el driver para el crecimiento será la IA en las próximas dos décadas. 5G permite conectar millones de cosas. Y se pueda conectar todo. A la logística le funciona muy bien, lo mismo a los aeropuertos con el equipaje. Los sensores permiten saber en qué lugar y condiciones está un paquete. Algunos llevan la temperatura y ph del producto. Cuando se conecta todo esto y se puede mandar en línea, la IA procesa la información y le empieza a dar a los operadores humanos sugerencias, pero las máquinas seguirán aprendiendo y les vamos a permitir que tomen decisiones antes de que las tomemos nosotros. La medicina, el transporte, las ciudades inteligentes, la energía van a ser importantes. 5G y la transformación digital que se está produciendo afectarán el crecimiento de las ciudades. En vez de verticales pasarán a ser más pequeñas porque se rompió el tabú de que podemos tener el trabajo virtual. La gente podrá vivir en lugares más alejados y cambiará la dinámica de las economías, de las ciudades, donde la digitalización sube y sube haciendo aplicaciones nuevas. Otro sectores como transporte, retail, banco, salud y educación son los que se vislumbran más importantes, pero también tocará al turismo, a la abogacía, todos los ámbitos donde la robótica pueda sustituir las labores repetitivas de los seres humanos.

¿Será necesario avanzar en cambios regulatorios?

Las regulaciones no van a la par de los cambios tecnológicos. Dependerá de cada país. Hay países proclives a sobrerregular como los europeos. Sobrerregulamos en América latina pero no tanto como en Europa. Otros países no tanto como Estados Unidos. Un caso es el del reconocimiento de rostros, pues algunos valoran mucho la información privada y dejan de aprovechar ciertas ventajas de la tecnología por ello. Silicon Valley prohíbe usar el reconocimiento de rostros. En Brasil hubo implementación cerca de San Pablo con la policía a finales de 2019 y pudieron capturar a un asesino serial que se daba a la fuga. Estas cámaras de detección de rostros lo captaron, prendieron las alarmas y lo capturaron. Hasta dónde lleva mi libertad, hasta donde empieza la tuya no es un principio general del derecho. En países como China son más laxos en este tipo de cosas. La cultura china es distinta. La comunidad y colaboración la ponen por encima del todo, en las occidentales es al revés.

¿Cómo ve la evolución de 5G en América latina?

Conectar al no conectado es importantísimo y es parte fundamental de la transformación digital porque la conectividad conlleva igualdad. No alcanza con llevar la antena. En las zonas rurales hay que conectar a las escuelas y a las clínicas, no a la gente. Hay que llevar educación al nivel de las ciudades y salud al nivel de las ciudades. Y ahí empieza la transformación digital. La educación es para niños y adultos, donde un ingeniero agrónomo de Buenos Aires puede darle tips a los trabajadores rurales sobre qué hacer con determinada siembra porque gracias a la baja latencia se puede tener una buena comunicación. Por la parte rural es importantísimo hacerlo y hacerlo ya. No se le tiene que pedir a los operadores obligaciones de cobertura para cubrir las casitas. En las áreas rurales no se puede poner esa exigencia porque las casas están dispersas. Chile, Colombia, partes de Perú, de Argentina son montañosas. Hay que pedirles que conecten y que luego pongan un Wi-Fi gratuito para que se suban los usuarios, vean cosas de Internet, las que ellos quieran, pero primero educación y salud. Entonces por ese lado es muy importante. Luego, para continuar con la transformación digital es muy importante crear talento y el problema no está en las universidades porque tenemos que recrear el talento que está en las empresas; hay que adiestrarlas para que utilicen fácilmente las nuevas herramientas para que sigan siendo gente productiva.

¿Los operadores están preparados para dar estos nuevos servicios, y en este contexto qué pasa con las redes privadas empresariales?

La colaboratividad y los ecosistemas son lo más importante en esta era y en la transformación digital. Ningún operador ni ninguna empresa pueden ser un sabelotodo, antes sí. Ahora es al revés, lo que se busca es el negocio, y entonces hay que asociarse con cada uno de los actores del mercado. Los operadores tienen que adoptar el ecosistema a su favor y rápidamente tener socios de esta manera. Hubo un caso en México de una granja porcina que necesitaba servicio. El operador no podía hacerlo solo, entonces hubo que traer un integrador que utiliza la plataforma, desarrolla los algoritmos, pone los sensores, y así se calcula el peso, la temperatura, con las cámaras, con IA y 5G, y se pueden monitorear 70.000 animales todo el día, todo el tiempo. Vamos a hacer pruebas en México y Colombia y esperamos que en Argentina también. Y se va a hacer con la misma tecnología que en China. Esto lleva a que los operadores trabajen en colaboración completa. Los operadores tienen que adoptar el ecosistema, ordenarlo a su favor y rápidamente tener socios de negocios que lo hagan de esta manera.

O sea que los operadores están obligados a apoyarse en otros actores nuevos que hasta ahora no los tenían demasiado en cuenta.

Correcto, es muy importante que el operador ya trabaja en colaboración. Si le quieren dar un servicio a una minera, por ejemplo, tendrán que tener su ecosistema de colaboradores externos que sean expertos en integrar sistemas para mineras, a los que hacen los robots, a los que hacen las grúas, a los que manejan los explosivos porque eso no lo va a manejar nunca el operador. Pero sí tener grupo de socios expertos en minería relativamente pequeño para que lleve ese negocio.

¿Y las redes privadas empresariales?

Ahí tienen que ver mucho la regulación porque lo que se hace en Europa es que ya están otorgando concesiones de espectro limitadas a una pequeña área para que una fábrica pueda tener su propio espectro, puedan montar su red y operarla. En mi opinión no creo que sea el camino correcto por la colaboratividad. Si armo autos ¿por qué me tengo que montar una red 5G? No tiene sentido. Meterse en un negocio que no es mío no va a funcionar. Los operadores pueden montar esas redes, o montarlas nosotros y gestionarlas a través del operador, porque se operan solas. Y con la concesión del espectro del operador porque si no, el gobierno concesiona espectro en un área determinada, en un parque industrial, y es difícil establecer el límite, qué pasa con lo que está alrededor. De todas maneras, pienso que sí habrá factibilidad para hacer esas cosas porque el 80 por ciento de 5G va a ser en edificaciones, porque la frecuencia que se está utilizando es la de la banda 3,5 y es tan alta que es muy mala para penetrar edificios, y habría que penetrar con mucha potencia. Entonces habrá que desplegar redes dentro del edificio.  Ahí se tiene tecnología 3G, 4G, 5G y WiFi 6 y se pueden meter hasta cuatro operadores. Para dar un ejemplo: el gobierno o el dueño del centro comercial puede ser el que pague la red para que llegue más rápido a ese lugar determinado. El gobierno puede dar el visto bueno a esa red y obligar por ley a que todos los operadores se tengan que conectar para que cuando llegue algún usuario de cualquiera de ellos tenga servicio dentro de ese centro comercial de 5G. Yo creo que es como van a empezar. No te puedo decir exactamente cómo funciona porque se está gestando, pero es otra opción que yo veo muy plausible, porque entonces los operadores, felices de la vida, no serán los que tendrán que poner siempre el dinero. Y la red se tuvo en el tiempo en la que el centro comercial la necesitó.

Mencionó que estamos en la era de la colaboración, ¿cuál es la posición de Huawei respecto a Open como una alternativa para avanzar más rápidamente hacia 5G?

Si el mercado va hacia Open RAN vamos a estar en Open RAN. Todo tiene ventajas y desventajas. Conformaría competidores a los proveedores actuales, y se crearían proveedores más pequeñitos. El problema de esto es que la tecnología requiere mucha inversión en investigación y desarrollo. Si Huawei invierte 14 por ciento en I+D en tecnología que vende, qué pasa con estas empresas que no tienen esa posibilidad. El dinero no va a estar ahí en cuanto al desarrollo de la tecnología. Vamos hacia donde vaya el mercado, somos customer centre y lo que quiera el cliente se lo vamos a dar. Pero donde el dinero está invertido en ID es donde está el futuro. Huawei lidera las redes de telecomunicaciones en el mundo, es la que más vende. Google, Microsoft, invierten mucho dinero en I+D y evidentemente somos los que estamos creando cosas nuevas y el destino de la tecnología en el mundo. O-RAN es para bajar el costo, pero es un problema no investigar. Luego vendrán 6G, 7G, en zonas rurales no habrá inconveniente en usar esos equipos, pero va a ser mucho más competitivo.

¿Qué vamos a ver a partir de estas decisiones tomadas en China en relación a 5G, y hacer foco en un puñado de industrias?

Todos son economía de escala. China tiene economías de escala en todos lados.  Hizo pruebas en todos los campos. Las más exitosas son las que se están priorizando. No es que se abandonen las cirugías, como en el caso de la telemedicina, pero pasa a segundo plano por el momento para hacer implementación en lo que ven mas relevante para el mercado chino que no se guía solo por el gobierno, sino que tiene tendencia social. Que sea negocio pero que afecte positivamente al usuario. Por eso están escogiendo las cosas así. Y al mundo lo ven como otro mercado. Y Huawei estará dándole prioridad a eso, agricultura es uno de los sectores. La ONU quiere para 2030 erradicar el hambre y solo se puede hacer eso con tecnología. Una de las cosas que hace Huawei para China y el mundo es enfocarnos muy fuerte en agricultura y ganadería, pero también otras áreas como minería.

¿Y cómo ve a los países de la región en su camino hacia 5G?

Depende del país. Hay gobiernos más enfocados y otros que las pasen por alto y se ha visto claramente en los avances en los distintos países. Chile y Uruguay han sido punta de lanza en esas hazañas tecnológicas, lo tienen en mente en estrategia política y económica. Otros gobiernos han ensalzado, como Colombia, que ha dado pasos agigantados en regulación pero no tanto en la realidad, y ese trabajo esperamos que se continúe. Brasil pueden pensar diferente y dejar las cosas a la mitad pero va por un camino maravilloso. Ellos ya han desplegado redes de 5G, y ya hay un compromiso de los operadores para en 2022 que hayan despliegues serios y servicio comercial. Dependiendo de dónde vayas se ven cosas diferentes. Ojalá que haya algo como la comunidad económica europea que determina hacia dónde deben ir la cosas. En América latina nos cuestan más los consensos, pero hay países que dan el ejemplo como Brasil, Dominicana y Brasil, y Uruguay que está al frente.

¿Y casos de negocios?

No veo las cosas cocinadas todavía. Tengo mucho convencimiento de que se empiecen a dar las implementaciones en estos mercado verticales sobre todo en agricultura, medicina, educación. Pero vamos un poco tarde, y por eso insisto en que no hay más tiempo que perder.